Pasé todo Enero intentando escribir esto, no me salía ni una línea, pero hoy por la mañana por fin sucedió. Es todo por ahora, parece que la musa va a ausentarse un tiempo. Dedicado a todos y un poco más a tí
Recuerdo cuando concluyó el Dos mil ocho, el treintaiuno de Diciembre, justo un minuto antes de las doce empezó a lloviznar, y puede que haya sido por culpa de los cuetes, que entregados a una tradición asimilada, los vecinos reventaban por todo el vecindario causando un bullicio atronador. Pero fue una llovizna tan providencial que parecía el augurio del nuevo tiempo; el agua siempre ha connotado el origen, y no me refiero a Tales, sino a primeras esencias. Llovía, mientras seguidamente los cuetes reventaban iluminando el cielo en su momento, haciendo entreverse las menudas gotitas al contraluz, parecían arcontes bailando.
Este año sin embargo justo a la misma hora observábamos aquel espectáculo horrísono en el patio, y yo solamente le comentaba a mi hermano, “los pájaros deben estar asustados”. Qué desperdicio, pensaba, todo un año de ahorro de energía y paranoia ecológica arruinado en sus últimos diez minutos; ironías para el repertorio.
Uno días, antes, cuando fui a buscar a un amigo y lo esperaba, me distraje observando cómo sus vecinos colgaban guirnaldas de un extremo a otro de la calle; los pájaros espantados volaban de los cableados hacia aleros muy lejanos, debía ser extraño para ellos ver a las personas empecinadas en una empresa desconfiable, conociendo a la personas de groseras, y ahora se trepaban en escaleras, haciéndola de niños; seguro harían uso de sus argucias para molestarlos con redes y resorteras. “Tranquilos-les decía en mi mente- solamente preparan el advenimiento”. Mas estos seguían aturdidos, definitivamente los pájaros no entienden las fiestas de la tierra, pero ¿nosotros entendemos las fiestas del cielo? Cada crepúsculo parece una oración; cuando los pájaros peregrinan de costa hacia el sur.
Siempre que un animal se me cruza enfrente tengo la terrible obsesión que se trata de un bodisattva, con el cual debo comunicarme a través de la mónada- espíritu; claro que nunca lo comento, es una locura de poeta, ”locura sagrada” como le llamaba Santo Tomás. A veces, cuando, por decir, estábamos en la cola del banco con mi hermano, de pronto aparecía un perrito cojete y caquéctico, él que es ortodoxamente católico me comentaba:”podría tratarse de un rey despótico con mucho karma”, y yo pensaba ¿resurrección o metempsicosis? Yo también tengo la idea que se puede reconocer por los rasgos una ligera reminiscencia del ser que anteriormente constituiste: gato, pájaro, oveja. Gnosticismo intuitivo, como el de reconocer auras mediante equivalencias; del todo vanas. Aquí es adonde quería llegar. No se trata de ser Católico, Budista, Zoroastrista, Shintoísta, Neo-pagano, Thelemita, Urantiano, Meta-mago, Animalista, New age, Anarco primitivista, se trata de sentir el vínculo con Dios y con el cosmos, y si lo encuentras en una religión o tendencia de pensamiento, muy bien. Creo que Dios ha manifestado de distintas maneras en cada cultura-algunas más objetivas, otras arquetípicas- pero siempre necesario. Por decir, lo escolásticos tenían como base dialéctica la filosofía de Platón y Plotino, quienes a pesar de no conocer a Nuestro Señor, sospechaban que la existencia estaba gobernada por fuerzas sobrehumanas. Particularmente mi devoción esta asimilada de distintos sistemas religiosos, no me vincula a ningún pensamiento New age si se cree así.
Tenía yo un amigo de pensamiento Nietzscheano, precoz como yo, y como todo Nietzscheano autosuficiente. Cuando se presentaba la ocasión discutíamos, por ejemplo, de la estructura doble del tiempo y el eterno desplegamiento pasado-futuro que dirigimos, donde trágicamente todo pasado se vive y todo futuro se muere. Una tarde me dijo “ he dejado de juntarme con anarquistas, nunca salen de ese pensamiento. Solamente un idiota no evoluciona”. Y es una gran verdad; placeres, excesos, inmoralidades, son las proezas que abarcan nuestras vidas, los he experimentado todos por muchos años, hay que ser realmente un tonto para vivir siempre de la misma forma. Para mí la vida ideal sería ejercitando el alma, la mente y el cuerpo a diario: el alma con la oración, la mente con las ciencias y el cuerpo con los ejercicios.
Quizás tú hayas oído decir que la verdadera felicidad se halla en las pequeñas cosas, y seguramente te parezca una baratez. Yo te digo que la felicidad se halla en ser feliz con lo que tienes; pasamos tanto tiempo pensando en lo que nos falta y nos hace-paranoicamente- inferiores, que hacemos de nuestra vida un martirio. Y es que el hombre se atribuye la calma y la felicidad como condición natural, pero siempre esta atento a sus desgracias para renegar de su suerte. Por ejemplo, tú que no tienes hambre, ni sueño, ni dolores insoportables ¿no crees que deberías disfrutar más este momento? Disfruten, celebren la vida, y también deberían empezar a celebrar la muerte y no verla hipócritamente como un percance inesperado cuando toda nuestra vida caminamos hacia ella. Eso no quiere decir que seas insensible, ayuda a tus hermanos que padecen, pero si has vivido ocho décadas, pide una fiesta cuando vayas a morir. Es así como yo interpreto las sagradas escrituras, puedes darte tus gustos, siempre y cuando no te corrompa el lucro y no corrompas a los demás en satisfacerte, lo que sucede con poca frecuencia. El hombre inteligente ayuda como puede, es como se purifica de sus errores, que todos tenemos, ayuda, principalmente creo que debes dar de ti. Khalil Gibran Khalil decía: el que no ha da de sí, da lo que le sobra. Quizás mis detractores acusen conformismo en mis obras, yo prefiero llamarle ataraxia, confío que mi mensaje llegue a la gente que tiene la capacidad y el deseo de despertar, también sé que hay quienes lo consideren una locura extemporánea o una debilidad antipática, es así, el hombre es por naturaleza insurrecto, torpe, estrecho de espíritu. Como decía en otra ocasión, el hombre nunca ha aceptado ser como es, ni tampoco lo que le toca; por eso el primer lémur que tuvo una pizca de lucidez, se bajó del árbol para fundar sistemas patriarcales de dominación, haciendo guerras por tierras de cultivo y creando la propiedad privada, descompuso la partícula más abstracta de su pensamiento, organizó conspiraciones a través de siglos oscuros y escribió filosofía por tomos para subjetivar lo objetivo, construyó ciudades con rascacielos donde se siente anónimo y preso de su vida racional, cuando tenía un Edén donde vivía sin molestias. Y por qué lo arruinó: por insurrecto. El hombre es capaz de matar a Dios por insurrección, como lo hicieron los socialistas, con quienes no simpatizo por dicha razón, pues dicen además que solamente los cobardes creen en Dios. Yo no soy ningún cobarde, más bien soy valiente, porque sostengo mi fe cuando lo más fácil sería dejarse llevar por la concupiscencia, la amargura, los excesos, el confort. Así es como pienso.
Ahora es mejor tiempo para disfrutar la vida, el clima se ha asentado, todos los árboles están hermosos, envueltos en espesas frondas, tan verdes que puedo sentir la savia que circula por sus nervaduras envistiéndome como una corriente, en cuyo sonido brilloso mi alma se regocija. ¿Quién sabe el idioma del viento? ese muchacho intrépido y enamorado, es mi amigo y dueño de una mecánica muy particular: zarandea las cortinas, borra las huellas de la arena, mece los cordeles, hace girar las veletas, desenvuelve perfumes gustoso, corre las páginas de los libros, transporta pájaros y cometas, hojas, esporas, vilanos. El viento, el viento que dice siente, y trae consigo al poema desde una tierra nebulosa, escondida en torno a las regiones del sueño, tal una libélula fosforescente; el mismo poema del que Horacio, en piel de cordera, escribió.
viernes, 29 de enero de 2010
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